Desde el diario El País y vía Menéame nos llega la confirmación de la noticia que os ofrecíamos semanas atrás.
De todos modos no es oro todo lo que reluce. La libertad se pagará. ¡Y vaya si se pagará! Nada menos que un 30% más cara que un archivo protegido. Si extrapolamos el precio a euros mediante la estúpida política de 1 dólar = 1 euro, tendremos que las canciones libres valdrán 1,30€ o lo que es lo mismo, 217 de nuestras queridas y añoradas pesetas. El álbum completo, eso sí, mantiene su precio ya sea protegido o no, 9,99$. Los archivos desprotegidos contarán también con mayor calidad.
El paso que da EMI puede ser considerado como el último coletazo antes de irse a la quiebra. Un intento de jugarse el todo por el todo a ver si suena la flauta. Las demás multinacionales seguro que estarán ojo avízor a ver cómo se desenvuelve el nuevo producto. De tener éxito la iniciativa supondría un punto de inflexión importante en la política de protección de contenidos digitales, y quién sabe si sería el principio del fin de un vetusto modelo de negocio que arrastramos desde hace más de un siglo.