Hacía mucho tiempo que quien os escribe no se emocionaba tanto con los últimos trabajos musicales que ha escuchado. Y no sólo por eso sino también porque parece que lentamente el panorama del megamix comercial está un poquito más despejado. Cuestiones comerciales al margen, desde la salida del Max Mix 2007 al mercado los últimos productos disponibles no hacen sino llenarnos de alegría por la calidad que atesoran. Algunos incluso ya piensan que el mejor megamix de la historia se encuentra entre los últimos trabajos que han visto la luz.
Esta afirmación que podría haberse considerado un sacrilegio antes de la salida del I Love Megamixes de Mike Platinas hoy ya plantea, como mínimo, dudas ante la audiencia de estos productos. Y es que no podemos hacer sino rendirnos a la evidencia que estos últimos trabajos han sabido dar un empujón a la originalidad e innovación. Todo ello derivado de la implementación de técnicas hasta entonces inéditas en la confección de un megamix.
No hay más que hacer una prueba con nuestro amigo Google y teclear algo parecido a «extraer acapella» o «extraer voces de canción» para encontrarse con una respuesta monolítica en la mayoría de los foros donde se debate esa cuestión: «No se puede hacer», «es físicamente imposible», «lo que darían los DJ’s por poder hacerlo». Esto hoy en día ha cambiado y es perfectamente posible. No con una calidad exactamente igual a la de la canción original pero sí lo suficientemente buena como para usar el resultado en una remezcla o megamix. Por otro lado, el concepto de «mezcla a tono» ha sido el complemento ideal en cuanto a musicalidad se refiere. Mike Platinas lo dijo con una expresión bastante impactante cuando presentó su último megamix: «Los discjockeys están mezclando mal». Y la verdad es que poco o nada tiene que ver una mezcla acompasada al estilo clásico con el mismo tipo de mezcla manipulado para igualar los tonos.
Estos avances han supuesto destapar la caja de los truenos, ya que el abanico de posibilidades se ha multiplicado exponencialmente y nos ha permitido escuchar cosas a las que nuestro oído no estaba para nada acostumbrado. Con la extracción de accapellas se ha posibilitado el hacer secuencias melódicas de sampling mucho más limpias. De este mismo efecto se ha derivado en extracción de partes musicales sin voz, creando nuevos breaks. Estos breaks se han podido combinar con accapellas o bases de otros temas… y sigue, y sigue… Y si a esto le añadimos el efecto de igualar los tonos, el resultado es la mezcla o remezcla total.
Pero la cosa no se ha quedado ahí. Con todas estas armas los discjockeys ahora pueden extraer fragmentos limpios de la base musical de una canción y cambiarles el orden o el tono, o ambas cosas. De este modo el discjockey se convierte en el compositor de las canciones con las que luego hace las mezclas. No sólo eso sino que el concepto de linealidad (poner una canción después de otra) desaparece, puesto que en cualquier momento del trabajo puede sonar algún elemento de cualquier canción.
Esto, que hoy en día existe gracias al enorme trabajo de DJTedu en su «Más Mix Imposible 2» ha supuesto un cambio tan grande que ya se hace difícil poner en el mismo saco este tipo de producto con un megamix clásico. Hasta entonces podíamos advertir unas características comunes en los megamixes, tales como mezclas acompasadas, mezclas al corte, secuencias melódicas, repeticiones… algunos hasta recomponían la base rítmica en algunos fragmentos. Pero en el momento en el que se altera la estructura, la composición y la partitura no de una, sino de todas las canciones que componen el trabajo y creando estructuras nuevas mezclando una parte de canción con otra parte de otra… difícilmente podemos afirmar que se trata del mismo tipo de producto.
Por una parte, cada canción es remezclada, obteniendo así los respectivos «remixes» (por llamarlos de algún modo). Con estos remixes no se forma un trabajo lineal sino uno totalmente homogéneo, un todo en el que te puedes encontrar cualquier sonido de cualquier canción en cualquier momento. Podríamos denominarlo «Megaremix» o «Megasound» pero el nombre no es tan importante como lo es el concepto; un concepto que ha calado hondo en los aficionados y que es de los que crea escuela.
El estímulo y motivación de los megamixers es ahora muy alto y los trabajos de gran calidad. Incluso trabajos hechos por grupos numerosos como el «Matrícula de Honor» de los 5 Mixers se convierten en un prodigio de homogeneidad. Hace falta un oído especialmente fino y conocerse exhaustivamente el estilo de cada uno de ellos para distinguir quién ha hecho qué.
Lo que no sería tan deseable es que se produjeran efectos colaterales como la intimidación de los noveles. Al contrario, debería ser una motivación extra; un ejemplo de lo que se puede conseguir rompiéndose el cerebro. Y es que, tal y como dice el maestro Platinas, se ha demostrado que es importantísimo el trabajo previo de investigación. De tener claro lo que se quiere hacer y trabajar en ello hasta conseguirlo. Y una vez acabado, empezar a mirar cómo se puede mezclar.
¿Qué será lo próximo? ¿Cambio de tono sin el efecto de pitch (pitufo) en la zona alta de la escala? ¿Nuevo tipo de scratches? ¿Sintetizar la voz para que cante como queramos? Después de los últimos trabajos uno ya se cree que todo es posible.
y que programa usariamos para poder extraer una voz de una cancion….
Más que de un programa, para conseguir un resultado satisfactorio deberíamos recurrir a la combinación de un conjunto de técnicas. No obstante cada maestrillo tiene su librillo y cada uno puede usar técnicas diferentes.
Como norma general sí que te puedo decir que hay programas editores de audio que ya incluyen filtros o plugins para este menester como Adobe Audition. Si a eso añadimos una ecualización refinada y una buena inversión de fase se puede considerar como una buena fórmula para la extracción.
En cualquier caso puedes hacer la misma pregunta en el foro de la web del amigo Tony Postigo. Es una web especializada en el tema y seguro que encontrarás documentación y gente que te orientará adecuadamente.
Saludos.
CUÑAOS:
Como ya dije hace mucho tiempo, creo que el próximo paso es variar la melodía de voz original de un tema para hacer que cante, por ejemplo, la meldía de OTRO tema distinto, por ejemplo.
Al menos ese es mi próximo paso inmediato, aunque guardo varios ases más bajo la manga.
De todos modos, y ahí está la gracia, no voy a ser el único, por suerte. Efectivamente, yo destapé la caja de los truenos, pero estoy encantado de no ser el único que tira los petardos… Cuantos más seamos, mejor para todos.
¡Mantengamos esto vivos entre todos!.
MIKE