Continuando con la crítica a los megamixes que componen el Max Mix 2 es el momento de abordar el segundo megamix. Cabe decir que la mayoría de las opiniones que he pulsado sobre los dos megamixes gustan más del primero que no del que comentamos a continuación. A mí en cambio me gusta más este segundo megamix al que los autores también le han dedicado más tiempo. Quizá porque sea más musical, con efectos más sutiles y más resultones ha sido el que me ha emocionado más. Veamos cuales son sus puntos fuertes y débiles.
Empezamos con la típica intro + resumen a base de samples con la base rítmica del People From Ibiza y la tonadilla del Holiday Rap. Un nuevo guiño a la saga Max Mix usando uno de sus samples. Los Max Mix siempre sorprendían por incluir samples de este tipo que no habíamos oído nunca o muy poco. Baste escuchar este mismo sample o el del inicio de la versión mix del Max Mix ocho por poner un ejemplo. ¿Por qué no incluir samples de cosecha propia además de los ya usados anteriormente? Se puede seguir haciendo guiños pero también aportando el toque personal. Sólo una idea para posteriores volúmenes.
No me he extendido mucho acerca de la colaboración de DJ Tedu en el anterior comentario y la verdad es que vale la pena pararse un momentito. No solo por la secuencia de scratch que viene a continuación sino por todos los que suenan en todo el megamix. Una de las opiniones que más se oyen aparte de que el nivel general del Max Mix 2 supera al del año pasado son los scratches. Esta vez tienen más presencia en los dos megamixes y le aportan un valor añadido muy alto. Quizá ya va siendo hora de replantearse ciertas cosas que comentaremos más adelante…
La parte del Holiday Rap por sus secuencias y construcciones es de las más memorables de todo el segundo volumen. Se nota que han sabido sacar partido a las accapellas de las que se han dispuesto y el resultado es simplemente delicioso. Y qué decir con las coñas al reaggeton y la mezcla con el Can Delight aderezadas una vez más por unos buenos scratches.
Si algo hemos de achacar al Can Delight es el ritmo acelerado de la canción, necesario para cuadrar BPM pero se antoja demasiado exagerado respecto a la canción original; y el sonido de las accapellas algo metalizadas. Por lo demás, el efecto de la repetición de fondo, coros y la secuencia musical final han quedado bien integrados, si bien los sampleos durante la transición al Two for love son un poco machacones.
Para el Two For Love nos encontramos con una reconstrucción con las frases de las estrofas la mar de curiosa seguida de una secuencia melódica de nuevo muy maxmixera. Este es un aspecto también muy mejorado respecto a la edición anterior. A veces no hace falta buscar la casación perfecta para sorprender y una vuelta al efecto clásico resulta impactante siempre que no se abuse.
Vamos con el Mama Radio, fragmento que se ha solucionado sin grandes complicaciones. Y la verdad es que me alegro puesto que es un tema que sobretodo en el estribillo resulta demasiado «lleno» y con instrumentos de distorsión como para andarse liando a extraer accapellas así que sampleos al más puro estilo ochentas y listos. Nada que recriminar al respecto. Coletilla final rememorando «el tiburón» y a otra cosa mariposa.
Otra canción incómoda, Challenger de Baby’s Gang. Tampoco da para muchas virguerías y la cosa se ha solucionado con algunas salpicaduras de samples y dejando respirar la canción en sí misma, que tampoco va a ser tralla durante todo el megamix. Podríamos decir que estas dos últimas canciones son un poco de bajón en el general del megamix.
Sin embargo lo mejor está por llegar. El mejor momento del Max Mix 2 lo encontramos en todo el fragmento del Jabdah. Si tanto el Mama Radio como el Challenger se hacen incómodas, el Jabdah de Koto se deja querer como nunca y la verdad es que este fragmento da fe de ello. Es un fragmento en el que podemos escuchar de todo, secuencias, reconstrucciones y un solo de piano que ya fue característica original del Max Mix 1 y que parece será la marca de la casa en estas revisitaciones del clásico entre los clásicos. El solo introduce de manera fenomenal, la reconstrucción del sintetizador eleva la temperatura y hace que la entrada de la parte original sea para poner la piel de gallina, sin tiempo a respirar y ya introduciendo la base del People from Ibiza con sampleo incorporado. Solo una pega… el último sampleo en plan obertura de Guillermo Tell. Casi que no encaja una coña después de lo emocionante que ha sido todo el fragmento.
El nivel no decae en el People from Ibiza. Scratches a ritmo para introducir, un pequeño guiño y luego una secuencia cantada que suena fantásticamente bien. Y para aderezarlo, a sacarle de nuevo el jugo a las accapellas del Holiday Rap que, estas sí, endulzan la vida de cualquier base que se le ponga por debajo.
La parte de Happy Station tampoco defrauda. Es menos musical pero es muy impactante por los sampleos realizados. Es una de esas secciones que deben aparecer con cuentagotas en un megamix. Aquí está bien usada porque no llega a agobiar y además la canción tiene sonidos que permiten hacerlo. Pero si se hubiera repetido en otra ocasión casi hubiera resultado asfixiante. Por suerte no es el caso y además está bien adornada en la base del final con algún sampleo y scratch final que quedan de fábula.
Para la entrada de No More War tenemos la coña de Tarzán. Par mi gusto tarda bastante en el desenlace. Quizá hubiera prescindido del primer grupo de compases que parecen los más discordantes con el tono y quedarme con las repeticiones y la torta final. Se deja respirar bastante la canción y el ritmo del megamix baja lo suyo. Los sampleos con la base incorporada aquí no tienen mucho lugar sobretodo después de la batalla musical que ha habido en la última sección.
Suerte que el «resumen» del final es corto (si no hay, no pasa nada, ¿eh?) y una sorpresita con un Johann Cruyff muy particular que me recuerda lo mencionado anteriormente sobre las «muestras de la casa» que aportan la personalidad al producto pero a la vez siguiendo el ejemplo de la saga clásica. ¡Un diez!
Conclusiones
La impresión general, ya lo hemos dicho anteriormente, es la de que se ha superado el volumen anterior ampliamente, en musicalidad, en recursos y en técnica. Ello pone el listón muy alto para una posible próxima edición. Una edición que tendría que considerar seriamente la incorporación definitiva al equipo de DJ Tedu, no sólo en los scratches sino en la elaboración del megamix en general. Es difícil por logística (DJ Tedu es gallego y el Drink Team catalán) pero los resultados valdrían muy mucho la pena.
Como todo megamix excelente, tiene también sus puntos más flojos que ya hemos comentado, unido a la diferencia de calidad de sonido de algunos masters respecto de otros. Deduzco que es así puesto que el megamix se hizo en una sola máquina precisamente para evitar que la masterización causara problemas si cada DJ hiciera su parte por su cuenta. Por lo demás creo que estamos delante de un excelente producto que hará las delicias de cualquier amante de las mezclas y la música ochentera.
Es positivo también que sin salir de los ochenta se vayan tocando diferentes estilos, no solo italodance. Así, si aquí hemos visto como asomaba la cabeza el Eurobeat de los tardíos ochentas también podrían incorporarse estilos como el Chicago sound por poner un ejemplo. Se seguiría estando dentro de la acotación de la década que es condición sine qua non de la colección «I love…» y se aumentaría el espectro de audiencia además de no acabar saturando de estilo a la saga.
Críticas bien documentadas. Gracias.