Supongo que más de uno se estará mordiendo las uñas por leer esta crítica. Hace ya cosa de una semana que el disco salió a la venta y ya tocaba decir los pros y las contras de este nuevo recopilatorio de Blanco y Negro que forma parte de la saga «I love» de Rafa Carmona. Por razones obvias la crítica en esta ocasión será menos extensa ya que el primer volumen apareció después de una larga sequía en la que el I love megamixes de Mike Platinas fue el primer oasis que calmó nuestra sed. Con el primer volumen de la nueva saga Max Mix editado desde hace un año ya quedó bastante explicado el contexto y los precedentes, con lo cual podemos ceñirnos estrictamente a la crítica del segundo volumen sin más.
Comenzaremos como en la anterior ocasión por el aspecto exterior y packaging. El Max Mix 2 viene en formato de CD doble con la típica bandeja interna desplegable para acceder al segundo CD. Contiene una hoja de propaganda desechable y un folleto interior con la portada, tracklist y agradecimientos. Los dos CD están estampados comos i fueran vinilos igual que en el Max Mix del año pasado, si bien parece que ha habido problemas en la estampadora y los vinilos han salido grises en vez de negros. Nos consta que en Blanco y Negro son conscientes del fallo y que harán lo posible para que las siguientes tiradas salgan correctas.
La portada sigue el mismo estilo que la edición anterior. Dibujo cómico sencillo y con motivos playeros. En su día fue un guiño claro a la portada del Mas Mix que nunca y que se aprovechó para hacer diversas coñas como lo del «Drink team», el «Bar Etoo» o el globito de la Max. Sin embargo una vez pasado ese primer volumen especial ya sería hora de ponerse en serio con un diseño de portada más atractivo. Sobretodo ahora que parece asomar tímidamente en alguna estantería de centros comerciales. Quizá se pudiera tomar como referencia el estilo de las mejores portadas de la antigua serie, donde destaca sobretodo la magnífica portada del Max Mix 8. Caso aparte sería la del Max Mix 97 que aunque es más atractiva es más convencional y generalista y por tanto apartada de la temática general de los anteriores Max Mix. Lo ideal sería combinar un poco de la estética de ambas para que resultara atractiva sin que se perdiera la temática que hizo emblemática a la serie. Es decir, la estética con dibujo en vez de fotocomposición, las letras clásicas o modernizadas en 3D y los motivos que en su día aparecían en las portadas del Max Mix pero aprovechando las nuevas tecnologías y demás evoluciones en cuanto a diseño gráfico. Las letras del logotipo por cierto, siguen estando «chafadas» verticalmente.
El tracklist de este volumen, siendo variado en estilos como en el anterior, es mucho más homogéneo que el del primer Max Mix. A los clásicos del Italo que conforman el núcleo duro del recopilatorio se han añadido temas de los tardíos ochenta que entraban ya de lleno en el Eurobeat, como los temas de Sabrina o Tatjana y de mediados de década como el Bad Dreams de Alan Cook, abarcando así una amplia acotación dentro de la década que albergó estos estilos. En cualquier caso los temas son más adecuados. Y no queremos decir con ello que los del Max Mix fueran menos bailables. Sin embargo estaba claro que el High Energy no lo puso fácil a la hora de hacer los megamixes porque son canciones duras de roer.
Y hablando ya de los megamixes que es la verdadera chicha del Max Mix empezamos por lo que debiéramos decir al principio: ¡Misión cumplida! Se han solucionado algunos puntos flacos del anterior volumen, se ha evolucionado y en general se ha superado el listón del año pasado. Eso no quiere decir que estemos delante del megamix perfecto por antonomasia porque algún bajón tiene. Veamos ahora el por qué de todo ello.
De buenas a primeras nos encontramos con dos megamixes largos en vez de cuatro cortos. Además son megamixes hechos conjuntamente y sin un estilo monolítico que los encasille. Parece una tontería pero seguro que ha sido de mucha ayuda para los megamixers. El producto queda más homogéneo, no tienes los riesgos de contar sólo con canciones de un estilo de difícil mezcla y la complementariedad de los megamixers aumenta. Ello quiere decir que es más fácil aportar soluciones cuando uno se queda enrocado ya que la implicación es mayor en todo el conjunto del producto. La duración de ambos megamixes es de dieciséis y diecisiete minutos y pico, que no está nada mal visto como está el patio.
Comenzamos con el megamix del CD1 y con una de las entradas más curradas sobretodo en cuanto a simbolismo se refiere. Era propio de los Max Mix adaptar lo que estaba en boga en aquel momento para incorporarlo al megamix en la entrada, la salida o por el medio. Ya fuera el auncio de detergente en el Max Mix 5, la Copa América en el Max Mix 6, la frasecita de Joaquín Prats en El Precio Justo en el Max Mix 7 y así un largo etcétera que fue decayendo hasta la época de los Rambo Total, Hasta Luego Lucas Mix y otras tantas muestras chabacanas. En este caso esta entrada personalizada está completamente justificada y le da un alto valor al megamix. No en vano Alan Cook fue uno de los protagonistas indiscutibles del sonido Sabadell junto a David Lyme (¿para el Max Mix 3 quizá?) y demás.
El comienzo que ya empiezan a ser marca de la casa consiste en la sucesión de frases, ritmos y muestras todo perfectamente sincronizado y «tuneado» de las diferentes canciones que integran el megamix. La verdad es que de esta manera entran mucho mejor porque todo queda muy musical y no un conglomerado cacofónico insufrible como suele pasar en muchos de los casos. La verdad es que suena como si estuviéramos escuchando una nueva canción con cachitos de todas. Lo cual es además bastante espectacular cuando reconoces de dónde viene cada muestra. De acuerdo; si es de esta manera aceptamos barco. ¡Pero que dure!
Una de las cosas que se ha potenciado respecto al volumen anterior y que se puede observar a lo largo de los dos megamixes es que suena mucho más a Max Mix. Si en el primer volumen esto se podía apreciar en alguna secuencia o fragmento ahora queda mucho más patente en las secuencias melódicas como la del principio del Bad Dreams. Y todo ello sin perder el estilo propio de los megamixers, lo cual es como hacer un poco equilibrios en la cuerda floja puesto que si te pasas ya eres un copión y si no llegas eres un traidor del género. Otro punto a favor. Además tanto con Bad Dreams como con el Dolce Vita de Kristian Konde había que tener especial cuidado puesto que enseguida vienen a la memoria las secuencias del Max Mix 4 que han quedado grabadas a fuego en la mente de todo megamixero.
A continuación con el Multimegamix de Sabrina honestamente creo que es el fragmento con el nivel más bajo de los dos megamixes. Sobretodo en las secuencias melódicas del principio y en las que suenan por encima de las canciones. No todo iba a ser de color de rosa y mantener el mismo nivel en todo es tarea imposible, eso está claro. De todos modos se nota diferencia de nivel en este fragmento con respecto al resto del trabajo. Quizá como hecho con más prisas o menos cuidado.
El Future Brain de Den Harrow incorpora algo nuevo. Además de los geniales scratches de DJ Tedu que literalmente quitan el hipo en una sucesión de varias muestras, se han superpuesto dos pistas más con el tono alterado de manera que las tres pistas sonando a la vez hacen un efecto de coro realmente curioso. Curioso también es ese guiño en la secuencia hacia 6m10s que nos recuerda al… Bueno, mejor estrujaros el cerebro y adivinadlo 😉 . Genial también el siguiente guiño al Nineteen de Paul Hardcastle (otro que queremos ver en algún megamix) en el que se emula la voz en off. La siguiente mezcla que da paso al Turbo Dancer de Fancy es muy muy buena e incorpora varios elementos como el citado guiño al Nineteen de Paul Hardcastle con algunos de sus samples, Slice Me Nice y Bolero de Fancy que nos meten de lleno al Turbo Dance remix.
Como cosa curiosa antes de entrar el Mandrill escuchamos el sample original del Wap Bam Boogie de Matt Bianco. Queda curioso sobretodo por la diferencia en años entre un tema y otro. ¿Ganas de entrar en otros estilos? Ya hablaremos de ello. Por lo pronto la parte del Mandrill es bastante curiosa y currada. Con un chiste por enmedio y unas accapellas bien extraídas sobre una base hecha al gusto que acaba conectando con la canción original y termina con otra de las puyitas con las que ya nos están acostumbrando respecto al megamix «rival» de la casa.
Kristian Konde es otro pollo para quien le toque trabajar con él. No porque la canción tenga dificultades a la hora de crear secuencias o porque se haga difícil de mezclar (más bien lo contrario incluso). Pero es imposible escucharlo sin tararear las secuencias del Max Mix 4 cuando llega el primer verse. La solución aportada aquí ha residido en concentrar las secuencias en el principio de la entrada del tema y dejar impoluto el verse, simplemente metiendo unos golpes instrumentales para separar las estrofas. Mención especial a la muestra que suena de fondo en 10.27 como si fuera el mismo cantante (de hecho lo es) cantando a velocidad diferente, tono diferente a modo de segunda voz. ¡Perfecto! Pero no os quedéis ahí. Atreveos con más… metedle mano, estrujadlo, destripadlo. Hay nivel para eso y más (otra cosa es que haya tiempo). Pero los resultados por originales son estupendos. La incursión de Tatjana que viene a continuación tiene más miga de la que parece ya que cambian de tono para que concuerden con el del bajo del Dolce Vita. Casi imperceptible pero está ahí. Y el éxito reside en los detalles, no lo olvidemos. Por poner una pega quizá es innecesario alargar más el estribillo de Kristian Konde para volver otra vez a Tatjana. Ya que empiezas entrándolo, lo entras y no lo dejas a medias.
Después de las pitufadas, como diría alguien que yo me sé, que sirven de enlace y de una maxmixera y genial secuencia de multisampling nos encontramos con un Awaka Boy salpicadito de sampleos lo suficientemente esparcidos como para que no carguen la canción, incluido algo muy efectista que consiste en una muestra larga moldeada para que calce con la base a tono y velocidad. Algo que Mike Platinas empezó a experimentar y que algunos han usado de una manera poco ética aunque este no es el caso. Vamos, que han podido sacarle el jugo a esas accapellas limpias limpias.
La entrada del To be or not to be de Jock Hattle Band es otro de los puntos algo flojos. La accapella de Tatjana no casa muy bien con la base de la canción. De todos modos el resto del tema está bien resuelto y sampleado. Igualmente bien resuelta está la mezcla con Shy Rose de la que lo único que se podría retocar sería la secuencia que acompaña el piano, ya sea substituyéndola por otra o directamente suprimiéndola ya que se hace demasiado larga. El High Energy de nuevo…
Con I Cry For You no ha habido mucha complicación aparte de las técnicas que haya podido haber extrayendo las accapellas que suenan de cine. La combinación de muestras suenan realmente bien y el guiño al Max mix 4 encaja perfectamente bien para cerrar de nuevo con otra salida espectacular de Alan Cook bien adornadita de efectos y ambiente.
En general podemos apreciar una gran evolución en positivo tanto a nivel personal de los dos megamixers como en la comparación con el primer volumen. La extracción de accapellas se ha mejorado mucho, los temas casan mejor, la estrategia a la hora de hacer los megamixes también les ha favorecido y todo suena mucho mejor. Poca cosa hay que decir excepto ese par de puntos más oscuros ya comentados anteriormente.
Continuaremos con el After Sun Megamix en una próxima entrada.
jajaja
las «pitufadas» dice el tío, … ¡que crack!
Ahora más en serio, tu análisis me parece bastante correcto, y te has pegado un gran curro con ello. ¡Enhorabuena!
Un saludete (en FA sostenido, jajaja)
Sabía que esa expresión te molaría. Gracias por el comentario y si quieres que te cuente un secreto, la verdad es que me estoy planteando hacer también críticas de algunos megamixes «amateurs» (por llamarlos de algún modo). Pero será como meterme en la boca del lobo…
Muy bueno Zapa,la verdad es que para quien aun no ha escuchado el max mix le sonara a Chino jeje.
Muy currada la crítica, especialmente a lo que la portada se refiere.
No creo que te metas en la boca de ningún lobo, el que publica algo (sea profesional o amateur) está expuesto a análisis de la gente, y si son como los tuyos, seguro que encuentras detalles en los que los demás no caen.
Tu mismo.
Por mi no problem.
Saluditos.