Ahora que EE.UU. está en horas bajas después de jubilar las lanzaderas, de imprimir papel verde a destajo para salvar su deuda y de incluso rebajar su presupuesto de defensa (personalmente pensaba que antes sucederían cosas más probables como que Rajoy se afeitara la barba o Roncero se hiciera del Barça) hay que buscar alternativas si se quiere uno emancipar planetariamente.
Indios y japoneses tienen sus respectivos planes espaciales pero aún no están los suficientemente desarrollados. Mientras tanto los chinos siguen jugando al Space Invaders pero con Apophis, un mega-asteroide que se empeñan en que pasará cerca de la tierra allá por el 2029 y que «por si acaso» conviene meterle un petardete para que se olvide de nosotros y de paso quedar como los namber guan de clase.
Como siempre, los únicos un poco serios siguen siendo los rusos con sus vetustas pero fiables naves espaciales. No en vano se va a seguir usando la Soyuz, cuyo primer diseño data de 1967, para seguir llevando material a la IIS. Así que a la ESA no es que le quede mucho donde elegir. Tampoco es que Roskosmos sea un dechado de virtudes. A la agencia espacial rusa le faltó tiempo para elevar sustancialmente sus emolumentos al enterarse que iba a ser la única plataforma disponible para ir a la IIS.
En cualquier caso parece que la relación ESA-Roskosmos es bastante mejor que la de NASA-Roskosmos y ya empezaron con las simulaciones de viajes a Marte. Precisamente en noviembre concluye el programa conjunto Mars500 que básicamente consiste en meter a una tripulación enclaustrada durante 520 días «a ver qué pasa». Vamos, como un Gran Hermano pero a lo bestia y en plan Buck Rogers.
Los resultados hasta ahora parecen positivos. No se han matado ni se han tirado tanques de oxígeno líquido a la cabeza. Y eso ha hecho que los responsables hinchen el pecho y anuncien antes incluso de la conclusión del Mars500 que irán a Marte, pero de verdad de la buena.
Claro que para cuando vayan igual han pasado ya algunas décadas porque el horno ahora mismo no está para bollos. Mientras tanto tendrán que seguir conformándose con su Capricornio 1 particular.
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