Hay que ver cómo se ha puesto el mercado de las suites de vídeo. Y todo porque al señor del jersey de cuello alto se le ha ocurrido sacar un editor de vídeo estilo «tortuga». Ya sabéis, de esos que tiran «patrás» eliminando lo «superfluo» para hacerlo más amigable, que casualmente es lo que más utilizan los profesionales.
Es lo malo de ser acólito o talibán de una religión sin dejar que otros te iluminen en el personal camino de la manipulación de vídeo. Los hay tan tan tan fanáticos que cuando su líder les da con una en la frente y vuelven a la realidad entran en un estado catatónico-depresivo-postraumático que encima hace engordar la cuenta de costes de la seguridad social.
Pues eso más o menos (por si a estas alturas nadie se ha enterado) es lo que ha pasado con FCPX y el señor Jobs. Ese mismo que sale en las keynotes diciendo que ha ganado nosecuantos millones y la gente se alegra muchísimo por él porque le aplaude a rabiar. No solo eso sino que incluso pagan un riñón, una córnea y parte del ventrículo izquierdo por ir a verle in situ y alegrarse por él. Este señor no es tonto y desde hace bastantes años va viendo que la pasta el mercado no está en tanto en el sector profesional como en el particular. No basta con demostrar que el programa es capaz de hacer tal o cual cosa sino que hay que vender… y cuando el mercado toca techo o tus aspiraciones son más grandes de lo que puedes abarcar, malo.
Así que queda la solución de «Mahoma va a la montaña». Han sacado la última versión de Final Cut Pro menos compleja, más amigable; en definitiva, más «Mac». Pero eso lleva un problema para la gente acostumbrada a las cosas bien hechas. No les gusta que les engañen sacando involuciones escondidas con el nombre «evolución». Vamos, que nadie dijo que los más avezados a la compañía manzanera fueran tontos. Y llevan ya tiempo clamando al cielo mientras Jobs lo mira desde arriba sonriendo si acaso algo molesto de que esos mosquitos ya no le aplaudan aunque sigan comprando el nuevo iMovie FCPX
En estas viene el señor Adobe, que tampoco es tonto, y saca una oferta MUY tentadora. 50% de descuento en Premiere Pro o la suite si vienes de FCP. ¿Y ahora qué? Pues algunos se resisten pensando que en futuras versiones de FCP la cosa va a mejorar. Otros ya tienen decidido el tan manido switch y el resto intenta convencerse de que no es incesto, ni infidelidad… a fin de cuentas no tienen ni siquiera que pasarse a Windows. Solo cambiar de programa.
El problema será cuando los conversos se den cuenta de lo que se estaban perdiendo e intenten convencer al resto. Como dirían en mi tierra: «Aquí hi ha marro, tú!»