Como buen nikonista siempre fiel a la marca japonesa he estado al lado de todos sus productos y siempre he estado preparándome para sus lanzamientos esperando que la mejoría en productos anteriores me hiciera pensar en ampliar o mejorar mi actual equipo.
Ya hace meses que se hizo eco de la llegada de las nuevas Nikon D3 y D300 para sustituir a las actuales D2Xs y D200; estos últimos, equipos suficientemente ágiles y sobradamente probados que permitieron a Nikon volver a ponerse a nivel de Canon.
Ya he tenido en las manos la D300, una suave mejoría con su predecesora D200, una pantalla más amplia, más luminosa y más nítida. Posicionamiento de botones, menús, compatibilidad con accesorios anteriores y agilidad de usuario igual de cómoda, así que sólo nos queda mirar en su interior, ¿qué salto nos espera?
– Sensor CMOS, 23,6 x 15,8 mm; píxeles totales: 13,1 millones; formato DX de Nikon. Tamaño máximo de la imagen 4.288 x 2.848
– Sensibilidad ISO 200 a 3.200
– Tarjeta CompactFlash (CF)
– Limpieza del sensor de imagen
– 8 fotogramas por segundo
– Compatible con HDMI
– 51 puntos de enfoque
Mañana sale a la venta y aún no tengo claro el precio (aprox. 1650 euros) pero para los que estén con la D200 saltar a la D300 no es una buena opción, sólo es un poquito más, por lo que sólo sería bueno si se está pensando en tener dos equipos. En el caso de estar en otros modelos y querer dar el salto a un equipo profesional, la D300 es el salto correcto.
¿Y qué decir a la D3? Pues en este caso el salto tecnológico es importante, por fin Nikon se decide con una cámara réflex con formato completo (Sensor CMOS, 36,0 x 23,9 mm; píxeles totales: 12,87 millones; formato FX de Nikon), mejoras sensibles en todos los aspectos de su hermana pequeña, aunque se han olvidado de poner el sistema de limpieza del sensor de imagen (¿Por qué?).
Espectacular el tema de la sensibilidad (van desde los 200 a los 6400 ISO, con modos forzados de 100 y 25.600 ISO), esperado era que pensaran en esos cambios de tarjeta a toda velocidad que con el tamaño que comienzan a tener las imágenes y ahora contaremos con dos ranuras para dos tarjetas CF.
Con todo esto podemos hablar que Nikon ha sacado una buena cámara profesional apta ya para todos los aspectos profesionales, pretendiendo acaparar ese mercado que Canon ya tiene en su haber con un precio entre 3500 y 4000 euros, pero como siempre llegando tarde. Canon ya trabaja desde hace tiempo con su conocida y reconocida EOS-1Ds Mark II (con 16 megapixeles) o la esperada y novedosa EOS-1Ds Mark III (con 21 megapixeles), muy cercana a calidades hasta ahora sólo esperadas en equipos de formato medio (mi soñada Hasselbald).
Así que las novedades de otoño de Nikon sólo nos hacen pensar si la continuidad es más por la colección de objetivos Nikkor o compatibles que guardamos en el estudio o por un sentimiento de no ceder y reconocer que Canon sigue un pasito por delante en las gamas más altas y profesionales.