Ayer en Guadalajara (MX) Elon Musk desveló sus planes acerca de Marte. Dos días antes publicó la foto que acompaña a este artículo. Se trataba del nuevo motor que debería equipar al cohete ‘Falcon Heavy’ y que en teoría debería ser el vehículo primigenio sobre el que se diseñará el que transportaría al hombre al planeta rojo.
Unos números que asustan
Bajo el sugestivo nombre de ‘Raptor’ SpaceX ha empezado ya los tests de esta pequeña bestia capaz de generar un empuje de 3 millones de newtons y levantar unas 300 toneladas. Su tobera tiene un diámetro de 4 metros y usa metano en vez del queroseno más convencional. En la foto Elon Musk apunta que puede observarse el efecto ‘Diamantes Mach’ que aparece cuando los gases inflamados salen expelidos de la tobera a velocidad supersónica.
Musk insiste en el calificativo ‘interplanetario’ para el vehículo que incorporará este motor y que seguramente será capaz de llegar más allá de Marte.
Respecto a sus planes sobre Marte, Musk tiene todo planeado. Una estación de repostaje a medio camino y una colonia que en 40 años podría tener ya algún que otro millón de habitantes.
¿Y para qué ir a Marte? Musk lo ve claro.
El futuro de la humanidad se va a bifurcar fundamentalmente en dos direcciones. O bien nos volvemos una especia multiplanetaria y una civilización colonizadora espacial o nos quedaremos enclavados en un planeta hasta que el momento de algún evento de extinción Elon Musk. Fundador de SpaceX
¿Pero cómo llegamos allí?
Todo empieza con un cohete monstruoso. De nada menos que 61m de alto. No sería el más alto construído hasta la fecha, récord que aún ostenta el Saturno V con sus 111m, pero sí que sería tres veces y media más potente. Una auténtica bestialidad. El cohete, o mejor el Sistema de Transporte Interplanetario, como le gusta llamarlo Musk, llevaría unos impulsores de 12m. de ancho capaces de proporcionar un empuje descomunal de más de 9.000 toneladas. Para ello tendría que usar 42 motores Raptor como el de la foto. Unos números absolutamente mareantes que para hacerlos cuadrar y que todo funcione correctamente se antoja a hazaña por no hablar de quimera. Pero eso mismo pensaron en el 62 cuando dijeron de ir a la Luna y desde entonces no hemos hecho más que pegar unas cabezadas alrededor de nuestro planeta.
Alimentar semejantes bestias no es fácil así que se tendrían que hacer dos viajes. El primero pondría en órbita el transportador. Los cohetes impulsores regresarían entonces a la tierra (algo que SpaceX lleva haciendo con sus Falcon 9 con relativo éxito) y volverían a la órbita llevando un gran depósito de combustible que se acoplaría al transportador. Con las reservas en marcha el transportador desplegaría también paneles solares para ahorrar todo lo posible e iniciaría su trayecto.
El cambio de modelo de viaje espacial
La reusabilidad de los cohetes es fundamental para Musk y pone como ejemplo los colonizadores de las américas.
No creo que haya otra manera de mantener una base autosostenible en Marte sin la reusabilidad. Creo que es fundamental. Si en otra época los barcos de madera no se hubieran reutilizado no creo que existieran los Estados Unidos de América. Elon Musk. Fundador de SpaceX
Los cálculos de Musk estiman que los cohetes impulsores deberían ser utilizables un millar de veces, los depósitos de combustible unos cientos y los transportadores una docena de veces. En cada viaje se podrían transportar de cien a doscientas personas lo cual llevaría a incrementar la población de 0 a un millón de habitantes en un lapso de tiempo de entre cuarenta y cien años.
Al llegar a Marte aún habría muchos retos que afrontar. La débil atmósfera, el calor, la radiación, la reentrada, el amartizaje supersónico con retrocohetes, el repostaje para la vuelta (porque sí, habría viaje de vuelta)…
Una vez allí
Los primeros viajes obviamente serían para proveer de todo lo necesario para la supervivencia. Principalmente el combustible para el viaje de vuelta. Lo siguiente sería comenzar a explotar de inmediato el hielo bajo la superficie para tener agua y metano que suministrara la energía necesaria para mantener el complejo.
Los primeros habitantes de Marte deberían ser principalmente constructores y exploradores. «¿Estás preparado para morir?» Pregunta Musk. «Entonces eres del tipo ideal». Lo peor de todo es que seguramente habría tortas para pillar un puesto en los primeros viajes.
Los números del Sistema Interplanetario de Transporte
El motor Raptor
- Fuerza desarrollada: 3 millones de newtons
- Empuje: 300 toneladas.
- Diámetro de la tobera: 4m.
- Combustible: Oxígeno y metano
- Altura total del vehículo: 62m
El vehículo de transporte
- Altura total: 61m.
- Altura de los cohetes impulsores: 12m
- Empuje: 9.000 toneladas
- Número de motores Raptor: 42
La viabilidad de un sueño
Porque eso es lo que es a día de hoy un viajes semejante. Un sueño que empezó para el fundador de Paypal en 2001 cuando fundó SpaceX con el único objetivo de ir a Marte. Sin prisa pero sin pausa se van quemando etapas hacia lo que parece imposible: poner el pie en el planeta marciano en 2020. A día de hoy parece imposible cumplir el plazo más aún cuando el desarrollo del ‘Falcon Heavy’ ha sufrido retrasos considerables.
Personalmente creo que es muy fácil tildar de loco o soñador a alguien que propone por primera vez algo que a todas luces parece irrealizable pero creo que sería un error. Quedarnos dormidos en los laureles, no tener sueños o quimeras es lo peor que le podría pasar a la humanidad. Estos proyectos, como lo fue el de la llegada a la Luna en los sesenta, los tenemos tan lejanos que se nos ha olvidado que todo comienza por ahí. En decir ‘Quiero poner a un hombre en el espacio’ o ‘Quiero ir a la Luna’. ¿Qué creéis que pensaría el ciudadano de a pie al enterarse de semejantes pretensiones hace más de cincuenta años?
Por aquel entonces tenían la ‘ventaja’ de tener un potencial enemigo que amenazaba con llenar el espacio de satélites y estaciones espaciales comunistas. Ahora no parece que haya un incentivo tan potente. Por lo menos no de manera tan palpable. ¿Pero qué pasará cuando los chinos pongan el pie en la Luna?
Hay debate, desde luego. Y me gustaría saber lo que pensáis en vuestros comentarios en los que estaré encantado de intervenir.