Este artículo se ha publicado originalmente en el blog Pro Video Coalition por Adam Wilt Desde aquí mi agradecimiento a los dos por el permiso de publicación.
Faltando cinco minutos para la medianoche del 13 de septiembre, recibí un mensaje corto de Jim Jannard de RED Digital Cinema: «Quieres venir a los estudios y ver un avance de la EPIC y el HDRx?» Ocho días después -este pasado martes- me presenté ante las puertas de los estudios de RED en Los Angeles sin estar muy seguro de qué esperar. No me defraudó.
Hay un ligero retraso mientras el de seguridad hace las comprobaciones. No estoy en el libro diario y se han de hacer algunas llamadas. Después de un poco me dirige calle abajo, giro a la derecha y procedo hacia el área de descanso al otro lado de la cafetería, donde alguien me iba a recibir. Ese alguien resulta ser una joven atractiva que me dirige por la puerta del nivel 4, el mismo donde tuvo lugar el «RED Day» en enero. Después de alcanzar la puerta, Jarred Land, uno de los jefes en RED, aparece con una handheld EPIC portando un Canon 70-200mm. Me envía dentro para encontrarme con Jim y sale corriendo para un recado.
Entro por la puerta del estudio e inmediatamente soy flanqueado por dos perros guardianes. Un King Charles Spaniel, «Lucky» y una bola de pelo maltés, «Snowflake». Ninguno se viene para arrodillarse a mis pies. Evito su ataque, camino por un corto pasillo, giro a la izquierda y aparezco en el estudio 4.
Luces de trabajo iluminan el espacio. Una banda negra separa el estudio. A la izquierda una moto exótica en frente de varias cajas vacías. Más lejos una tienda de campaña blanca mantiene una dolly y otra parafernalia de rodaje. Un Chevelle 454 rojo sangriento de 1970 está aparcado frente a las luces superiores tintineando su meticulosamente pulido cromado. A mi derecha, otra tienda con mesas de trabajo. En su centro una RED enfocando un faristol pero en vez de una carta sostiene un tapete con un diseño de una calavera y unos huesos. Más allá de la tienda, rellenando la mayor parte del muro oeste hay un set del salvaje oeste. Las mesas de trabajo forman una L alrededor de unas sillas de oficina ergonómicas en el centro. Sobre las mesas hay lentes dispersas, baterías REDVOLT, un cuerpo de SCARLET de 2/3″, un reproductor RED RAY profesional con una pila de revistas Esquire y unas cuantas herramientas, notas y otro tipo de hardware. La Esquire de arriba del todo es la dedicada a Kate Beckinsale, filmada por Greg Williams con un prototipo de EPIC hace un año.
Jannard no aparece.
Evito con éxito un segundo ataque de los perros y mientras tengo a «Snowflake» sujeto y a «Lucky» entretenido rascándose vigorosamente, Jarred vuelve preguntando si ya he visto a Jim. Digo que no, así que Jarred me dirige al porche del banco del set del salvaje oeste. El recibidor del banco es la oficina de Jim y Jarred. Jim está sentado enfrente un muro negro, escudado detrás de un monitor LCD NEC de 30″.
Jim se levanta, me saluda cordialmente, me pregunta si puedo aguantar su puro. Los tres nos sentamos en las sillas del centro del escenario, nos echamos flores por un rato. Pregunto si le puedo echar mano a la EPIC de Jarred que ahora está en la mesa.
Esta EPIC se ha fabricado con un estilo handheld DSLR. El módulo central «brain», un cubo alargado verticalmente que contiene el sensor y la circuitería, tiene un asidero/módulo de control en su parte derecha.
Sobre el asidero hay un gran botón rojo de start/stop y un dial de control frente al brillante LCD blanquiazul como el de la parte trasera de la RED ONE. Este LCD puede mostrar tanto menús como status, pero hoy está en negro. Cuatro botones programables numerados se asientan tras el LCD, y cinco botones con letras se alinean sobre la curva de la parte trasera del asidero, junto a tres botones sin etiquetar (por lo pronto supongo que son botones en el momento en el que estoy más interesado en el equilibrio y sensación que en los detalles de los controles). La parte trasera del asidero tiene un dial de control estilo Canon acompañando un conmutador de cuatro direcciones y un botón ENTER y lo que parece un control para el zoom operado con el pulgar. Parece que la EPIC tendrá un montón de botones de función. El mismo asidero contiene una batería REDVOLT. Bien, parece que me queda media hora de operatividad.
El módulo en la izquierda de la cámara almacena clips en un disco de estado sólido. Tiene también un conmutador start/stop al frente y dos botones programables más con un conector Lemo para el LCD o visor EVF.
El panel trasero de la cámara está diseñado para permitir otros módulos: opciones de entrada/salida, diferentes soportes de grabación, adaptadores para baterías RED BRICK, un módulo de batería REDVOLT dual y más. Al incorporarlos la EPIC pasa de ser una DSLR flacucha a una más tradicional cámara de gran cuerpo. Un panel de control REDMOTE se acopla directamente o en cualquiera de los módulos.
Jarred enciende la cámara. El tiempo de arranque está entorno a los 18 segundos y Jim dice que están trabajando para rebajarlo a nueve. Dos pequeños ventiladores empiezan a girar bajo la montura de la lente empujando aire fresco en un conducto en forma de L tras el sensor y soplándolo hacia los intercambiadores, finalmente expulsándolo por la parte superior cerca de la placa de acople. Jim me cuenta que este conducto de refrigeración está sellado. No pasa aire por ningún otro sitio que no sea por ahí (como en la Arri Alexa), así que si llueve como mucho se van a dañar los ventiladores.
Jarred me da la cámara con la lente Canon 70-200mm aún puesta (las fotos de arriba no se echarían hasta una hora después. Mi cámara aún está en mi bolsa de viaje).
Me quedé pasmado. Funciona. Esta maldita cosa funciona realmente.