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Bien, ya hemos tomado la decisión de instalar Ubuntu. Ahora viene la parte más delicada del proceso. No por ello hemos de afrontarla con temor pero sí con algo de respeto. Vamos a instalar Ubuntu en una partición de la unidad en la que ya tenemos instalado Windows XP,
Lo primero de todo es hacer una copia de seguridad de todos los archivos que tengamos en la unidad. puedes hacer una imagen del disco duro en DVD con programas como el Norton Ghost. De esta manera si hacemos algo mal podremos recuperar el estado inicial del disco duro sin problemas.
Después pasaremos a defragmentar el disco duro donde instalaremos Ubuntu (que es en el que tenemos Windows XP). Hay que asegurarse que todos los datos pasan a la cabecera del disco. De lo contrario podríamos perder datos esenciales de Windows al hacer la nueva partición. Cuando yo lo hice vi que había varios bloques que no se movían de sitio. Eso se debe a que tenía instaladas las utilidades Norton. Las desinstalé, vacié todas las papeleras y ya se desbloquearon los archivos.
Ahora sería buena idea que abrieras una ventana de comandos del DOS y ejecutaras la orden
chkdsk -f c:
Eso hará que se escanee el disco duro en busca de errores y los corrija. Si no os deja ejecutarlo arrancad en modo a prueba de fallos y volved a intentarlo.
Ahora hay que arrancar Ubuntu desde el cd de instalación de la misma manera que cuando hemos jugado con él en modo livecd. Solo que ahora es tiempo de pulsar el icono de «Instalar» para que se inicie el asistente de instalación. Después de preguntar cosas banales como la región, idioma, etc nos llega la pregunta del millón. ¿Cómo gestionar las particiones? En mi caso elegí la gestión manual, ya que permite definir la cantidad de gigas que quieres para cada partición.
En el siguiente paso se carga la aplicación de gestión de particiones de Ubuntu que se llama gparted. Es una aplicación sencilla y sin mucha complicación, como veréis.
Hacemos clic en la única partición que tenemos y le damos al botón redimensionar (el nombre del botón sale cuando mantenemos el ratón encima de él). Manejamos la flecha del extremo derecho hasta que el indicador de gigas muestre la cifra que nos interese. En mi caso era un disco de 80 gigas y arreglé los números para que me quedara espacio libre de 22 gigas para las particiones Linux. Le damos a aceptar.
Veremos que ahora hay un espacio gris detrás de la partición. Al redimensionar la partición ahora tenemos espacio libre para hacer nuevas particiones e instalar Ubuntu. Le damos al botón de nueva partición y seleccionamos como sistema de archivos el ext3. Redimensionamos hasta que sólo nos queden libres 1,5 veces la RAM que disponemos. En mi caso, como tengo 1 giga de RAM dejé libre 1,5 gigas. Le damos a aceptar
Repetimos de nuevo el proceso con el espacio libre y creamos nueva partición, sistema de archivos swap-linux. No redimensionamos, puesto que es la última partición que crearemos. Ha de ocupar como mínimo 1,5 veces la RAM que tenemos instalada en el ordenador.
Lo bueno que tienen estos programas es que realmente aún no hemos hecho nada. Sólo le hemos indicado al programa lo que queremos hacer. Y lo que es mejor, si ve que por alguna causa no puede ejecutar lo indicado, deja el disco duro intacto. Esto me pasó a mí, ya que no hice el paso del chkdsk y al intentar ejecutar el redimensionamiento de las particiones encontró errores en el disco. Pensé que lo habría perdido todo, pero no. El disco estaba intacto y pude ejecutar el chkdsk y volver a particionar :).
Bien, tenemos ya las particiones configuradas. Hay que asegurarse que todo esté correcto y entonces apretar el botón de ejecución. Durante un rato gparted se encargará de redimensionar y crear las particiones indicadas. Al cabo de un rato si todo sale bien saldrá el cuadro de diálogo de los puntos de montaje. Esto es, dónde se instalará Ubuntu. Tenemos la partición hda2 que tendría que corresponderse con «\» o root y la swap-linux. En la gran mayoría de casos ya sale por defecto configurado correctamente. Sólo en los casos en los que haya más particiones y de diferentes tipos habría que tocar algo. Iniciamos la instalación.
Es posible que ahora salga un recuadro avisando que hay una partición ntfs que no se utilizará de seguir el proceso y nos da la oportunidad de volver atrás. No hagáis caso, ya que no queremos instalar nada en esa partición (¡ya tenemos windows instalado allí!) Ya solo queda esperar un rato interminable a que se acaben de copiar y configurar los archivos. Llevará rato ya que no sólo es el sistema operativo sino un buen puñado de aplicaciones.
Cuando acabe todo el proceso se reiniciará el ordenador y te pedirán que saques el cd de instalación. Ahora cada vez que arranques el sistema tendrás un menú que te dará a elegir si quieres arrancar Ubuntu o Windows. Elige windows y verifica que todo está en su sitio. En mi caso se pasó automáticamente un chkdsk y cuando arrancó windows se puso a buscar automáticamente unos drivers (parece que le mareó un poco el redimensionado :D) y al segundo reinicio ya iba todo como siempre.
En el siguiente capítulo empezaremos a instalar programas y driver. Sí, sí… en singular. 😉